miércoles, 8 de julio de 2009

negras tetudas

Ella se masturbaba con sus dedos mientras me la pegaba por la puerta trasera, luego le sujeté las manos para que no pudiera moverse y gozara más intensamente, no aguantábamos las ganas de gemir, de gritar, pero no podíamos, me tumbé sobre ella y comencé a chuparle el cuello y la espalda, ella apretaba las nalgas, lo que me volvía loco de placer. Seguimos un rato hasta que comenzó a retorcerse por un orgasmo y yo bañé en leche su cálido culo, sus nalgas y su espalda, ella se lamió todo el semen y yo la obligué a que me limpiara la herramienta con una mamada.

Aunque estaba cansada, adolorida y débil, lo hizo tan bien como las anteriores, nos medio limpiamos, nos vestimos y salimos, aún estaban todos dormidos, a Sammy se le notaban tremendos chupones en el cuello, que yo le había hecho, así que fue al baño a limpiarse, si Alex le preguntaba, le diría que se los había hecho él en la noche. Yo fui a darme una ducha, cuando terminé, me vestí y salí, estaba Sammy durmiendo con Alexander en el sofá-cama, me parecía increíble que Samantha y yo hubiéramos hecho el amor, era una mezcla extraña entre alegría, culpa, rabia, amor, había de todo un poco. Me fui a acostar, cuando amaneció, ya algunos se habían levantado, yo estaba en la cocina haciendo un café.

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