- Lo tienes un poco más grueso que Alex, parece que los hombres de esta familia están muy bien dotados. - Eso te lo podemos demostrar cuando quieras.
Al recordar que estaba a punto de hacerlo con la novia de mi primo Alexander, en vez de arrepentimiento, me excitó más la idea de que ambos nos gozáramos a la misma mujer, tomé a Sam por los cabellos indicándole que comenzara, ella entendió, dejó de masturbarme y comenzó a darme besitos en la cabecita de la pija, lo que me hacía temblar de placer. Abrió la boca y le metí mi palpitante y venuda verga, cerró los labios alrededor, me apretó las nalgas y comenzó el movimiento, siguió mamándomela por un rato, la idea de que me la mamara como se lo hacía a mi primo, siguió calentándome, también me chupaba las bolas, chupaba vergas como una verdadera puta, ya debía tener mucha experiencia, no pude aguantarme más y le dije:
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