miércoles, 8 de julio de 2009

porno de negras

- Que rico me mamaste el pene mami, ¿sabes?, ya Alex me había contado lo buena que eres en la cama, y desde entonces cada vez que te veía, me imaginaba haciéndote el amor, aunque sabía que estaba prohibido. - Tú me comenzaste a gustar desde que Alexander nos presentó, en realidad los dos son tremendos machos y me excitan mucho, y mi mayor deseo es que hagamos un trío sexual y yo sea la “víctima” de los hombres de ésta familia.

La sola idea de un trío volvió a parármelo igual o más duro que antes, me di cuenta de lo vagabunda que era Samantha y me decidí a darle lo que más le gustaba, la sujeté fuertemente contra la pared y comencé a besarla violentamente mientras mis dedos penetraban sin piedad su conchita, estaba sumida entre el placer y el dolor.

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