Para ir hasta mi alojamiento se transpone la entrada a la casa principal, que es la primera desde el portón de acceso y donde alojan Juan, su esposa y Vero, luego hay que pasar un amplio patio donde está la pileta para luego tomar hacia la izquierda en una bifurcación de un sendero de ripio. A la derecha queda una especie de cabaña de madera que también sirve como alojamiento cuando son muchos los invitados y que entonces estaba desocupada. Por las distancias entre cada construcción y debido a la entrada independiente existe intimidad para los que viven en cada una de las construcciones.
Al aproximarme a mi alojamiento vi que había luz en la cabaña, pensé que podrían haber ladrones o tal vez la luz quedó encendida al irnos pues esa ventana no se ve desde la casa principal ni desde la entrada. Me acerqué con cuidado pero a medio camino escuché fuertes gemidos que venían desde la cabaña. Me paralicé un momento hasta que percibí que eran gemidos de una mujer. Con cautela llegué hasta la ventana y les aseguro que no estaba preparado para lo que vi.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario