Tomó una fresa de la torta, le puso un poco de la crema y vino hacia mí, abrí la boca y me la comí, luego tomó otra y me dijo que se la diera en la boca, como estaba mareado no capté la indirecta y lo hice, por un momento me chupó la crema que me quedó en los dedos, ahí reaccioné y vi por donde venía la cosa.
- Está deliciosa, dame más - me dijo más provocativa que antes - Mira Sam, no creo que esté bien que nos estemos dando de comer fresas en la boca porque, tú sabes, que…
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