miércoles, 8 de julio de 2009

sexo con negras

- Sam, por favor, yo sé que tú no estás ningún apenada, tú crees que yo soy tonto, tú estabas tan consciente como yo. - Es verdad, pero no recuerdo como se me ocurrió lo de la torta y las fresas. - Fue una buena idea, tumbaste mis defensas de una sola vez. - No vale, en serio, vamos a dejar las cosas así y a seguir como siempre, no podemos dejar que Alex, se dé cuenta que pasó algo entre nosotros. - Claro, por mí no hay rollo, pero eso no quita que de vez en cuando haya otro momento de locura, ¿verdad? - Ahhhh, ¡cómo puedes insultarme de esa forma!, crees que yo voy a seguir engañando a Alex cada vez que tú quieras. - Bueno, perdóname, es que yo creí… - Era jodiendo, ja, ja, ja, claro que eso no quita que cuando haya otra oportunidad, podamos repetirlo.

Tomó una fresa con crema de la torta, me la dio en la boca y se fue, ya no me sentía tan culpable como antes, pensé que el sexo era solo eso, mientras que ella lo amaba a él y yo amaba a mi novia, aunque estuviéramos peleados. Más tarde se levantó Alexander, me notó los chupones del cuello y los rasguños, me dijo:

No hay comentarios:

Publicar un comentario